En vez de cuidarlos los maltratamos, nos acordamos de nuestros pies cuando nos duelen.
A diferencia de las manos que si las cuidamos pues están mas a la vista, los pies no tienen esa suerte!, como tenemos dos y van por el suelo… no gozan de la misma suerte que las manos.
Los pies están compuestos por 26 huesos, 33 articulaciones y más de 100 tendones, músculos y ligamentos, y no les dedicamos ningún cuidado. Sólo nos acordamos de ellos cuando nos duelen, además de maltratarnos el resto del tiempo, con calzados ajustados, tacones imposibles, etc.
El verano es una oportunidad única para mover los dedos y darles alguna alegría a nuestros pies. Las sandalias les dan un alivio a las estrecheces del calzado de inviernos, y el césped o la playa ofrecen una superficie perfecta para andar descalzos. Si bien, a falta de hierba o arena, no hay que descartar la superficie del hogar, quitarse los zapatos al llegar a casa y caminar descalzo es un hábito que los podólogos recomiendan siempre que el suelo no esté muy frío. Así,andar descalzos se convierte en una actividad perfecta para nuestros pies.
Andar descalzos ayuda a combatir los dolores de espalda, alivia la rigidez muscular del cuello, mejora la circulación y previene las varices. También logramos reducir la sensación de pesadez después de una larga jornada laboral, fortalecemos la estructura de nuestros pies, corregimos malas posturas, aliviamos posibles dolores reumáticos, relajamos la zona de los talones y les dejamos respirar.

Si bien, en lugar de estas recomendaciones, obligamos a nuestros pies a todo lo contrario. Los enfundamos en zapatos estrechos y con tacones imposibles. Andar sobre este tipo de calzado obliga al cuerpo a desplazarse hacia delante, y obliga a los dedos y antepié a soportar todo el peso, provocando dolor y daño en estas extremidades. Además de cuánto más altos sean los tacones, provocará más peligro de malformaciones como son juanetes, durezas o dedos de martillo. Y cuánto más altos, más riesgo de sufrir esguinces o fracturas por un mal paso, además de dolores lumbares, problemas circulatorios, o artrosis.
Empecemos a pensar en nuestros pies, y a cuidarlos como se merecen!, no esperes a que te duelan!
Desde Farmacia Conde en Rafelbuñol esperamos haberte ayudado.
Mariano Conde. Farmacéutico Titular. Colegio de Farmacéuticos de Valencia